miércoles, febrero 27, 2013

liBÉrate.

...Mucho, mucho tiempo, (no tanto) viví pensando que la vida  sin ti no sería, no existe, no es la misma, no sirve, como si fuera necesaria tu existencia para yo poder vivir, y la verdad es que NO.

Me sentía tan pobre, tan pequeña, tan princesa, tan muñequita, como que esperaba que todo estuviera hecho, y es que me sacaste de mi casa de madera y me llevaste a tu castillo de ladrillo, pero los ladrillos se fueron cayendo, y se fue descubriendo que ese castillo en el que me encontraba "recluida", se encontraba en un bosque oscuro, frio, tenebroso, y parecía que no daba tanto miedo si estabas tu, pero después fue tanto lo que ese castillo se derrumbo que me halle ahí sola, en la oscuridad, gritando tu nombre para siquiera poder moverme, me encontré tan perdida, con tanto miedo, un miedo que no sentí ni cuando era una pequeña bebe, indefensa, llena de barro, con mi cara manchada, mis zapatos enlodados, mi carita con pena y las lagrimas que se hacían presentes... Entonces ahí, ahí entendí que nunca estuve mejor que cuando me encontraba en mi "hogar".